Bailá al compás del tango con los anfitriones de Airbnb

¿Qué mejor lugar que Buenos Aires para disfrutar del tango? Este género que nació en la región del Río de la Plata se siente en cada esquina de la ciudad. Por eso el Club de Anfitriones de Buenos Aires armó un recorrido para ayudar a que los viajeros puedan sumergirse fácilmente en los códigos de esta danza.

Para los amantes de este baile o aquellos que recién se inician, la primera recomendación de los anfitriones es visitar alguno de los Bares Notables de la ciudad. Estos lugares se caracterizan por su diseño clásico y por haber albergado a algunas de las figuras más relevantes del género: por ejemplo el Café Los Angelitos, ubicado en la esquina de la Avenida Rivadavia y Rincón, era muy frecuentado por Gardel y tiene su propia canción escrita por José Razzano y Cátulo Castillo ¡Un primer zambullido bien genuino!

 


¿Y dónde bailar? Lo ideal, antes de visitar una milonga, es tomar clases para aprender las características básicas de la danza: ocho movimientos simples en dos o tres horas junto a un experto local. En la plataforma de Airbnb existen varias Experiencias en Buenos Aires que enseñan  todo lo necesario y mucho más respecto al tango, con muy buenas evaluaciones por los huéspedes que las han tomado. Por ejemplo, en
Vive el Tango como un local la anfitriona no solo comparte su pasión por la danza y su significado social, sino que también lleva a los huéspedes a que vivan una experiencia auténtica en una milonga. ¡Las opciones son muchísimas! Hay desde una clase-show de tango que integra el vino y los sabores locales a la sala de baile, pasando por una tarde genuina de tango que culmina con una cena 100 por ciento porteña , hasta una clase para aprender a cantarlo.

Ahora sí, los viajeros están listos para bailar tango como lo hacen los residentes. En Buenos Aires existen muchísimas milongas repartidas alrededor de distintos barrios y cada una se caracteriza por algo diferente: las hay para principiantes, expertos o para aquellos que van en grupo o están solos ¡Lo importante es la actitud! Todos los días hay más de quince milongas disponibles en más de diez barrios de la ciudad: en El Beso, ubicado en Riobamba 416, se ofrecen distintas opciones para todos los gustos; en La Viruta, Palermo, una de las más reconocidas, se mezclan los más novatos con los expertos que llegan pasadas las 3 AM; y en Maldita Milonga, San Telmo,  también se puede disfrutar de una orquesta típica.

Como vemos, los anfitriones impulsan el comercio en barrios que muchas veces se encuentran fuera del circuito turístico tradicional. Además de poner su hogar a disposición para los huéspedes, son fuente de recomendación sobre qué comercios visitar, ayudando a los viajeros a vivir como verdaderos locales y generando oportunidades económicas para los comercios locales. Según un estudio realizado por la compañía, durante 2017 la comunidad de Airbnb en la Ciudad de Buenos Aires, compuesta por anfitriones y huéspedes, generó una actividad económica (ingresos de los anfitriones + gasto de los huéspedes) de casi ARS 5000 millones.